martes, 4 de mayo de 2010

Habemus piso!

¡Misión cumplida!, como diría Emilio Aragón si NY se transformase en tablero y Lydia Bosch se volviese a enfundar su maillot azul de cheerleader. Sí, ¡lo hemos conseguido! Unas cientas de latas de sardina más tarde y unas cuantas cajas de cerillas después, hemos dado con EL piso: un híbrido entre cajón de ropa interior y caja de zapatos (size 50, por eso!). Sí, es petitó pero durmiendo se cabe estirado: dos habitaciones, un mini living con cochina, bañito y hasta un closet extra.

  • Pros: luz, vistas, situación y gimnasio incluído! Sí, es un quinto sin ascensor, así que espero ganar en sol lo que pierda en líquidos.
  • Contras: que aún no le veo contras.

Lectores, como sé que sois escasos, quedáis todos oficialmente invitados a nuestro nuevo home brooklyreño. Seguiré esforzándome por rebajar la calidad y la cantidad de mis posts por si acabo arrepintiéndome de la invitación, pero hasta nuevo aviso, ¡todos bienvenidos!


Happy greetings desde Williamsburg!